Una humilde pava;
toda tiznada y aboyada,
que por tener olor a humo
en el galpón te dejaban guardada.
Donde te ponían ensuciabas,
hasta para llevarte te envolvían.
¿Te acordás?
Siempre te acompañaba
el tarrito de la yerba, el azúcar,
el mate y la botella de agua,
a... y también la caja de fósforos.
Negrita; ahora estás sola,
guardada en una caja
y llena de recuerdos,
sos para mí una reliquia.
Ya no me importa el olor,
Si pudieras...
¡Cómo me gustaría?
Que me contaras, las historias,
las conversaciones
y por que no los consejos,
aquellos que mí papá me daba
que ya algunos, no recuerdo.
Cuantos mates compartiste
con el papá y la mamá.
¡Cuánto amor y cariño presenciaste!
Negrita...
¡Cuánto te quiero!
por haber sido la fiel compañera,
de muchas tardes y muchos mates,
para;
“MÍ PAPÁ”
BEBA
No hay comentarios:
Publicar un comentario