Por mi mente;
juegan letras y más letras,
algunos días las suelto,
para que vuelen,
paseen por el aire,
y el viento se las lleve,
de un lado a otro.
Algunas, llegan a una nube,
allí el sol brillante,
con su tibio calor;
las va uniendo
y forma palabras,
entonces, deciden bajar,
ya, convertidas en versos,
para que yo,
las escriba en un papel
y las convierta en poesías.
Allí se sentirán felices,
cuando el que las lea,
se le erice la piel
y le convierta el corazón,
en el más bello,
de los capullos de rosa.
Beba